
Si algo caracteriza a los niños pequeños y a los padres saca de quicio son los berrinches y las rabietas infantiles.
En ello, tus hijos tiendan a llorar, patalear, gritar e incluso en situaciones extremas golpearse e incluso romper cosas.
No soy padre, el experto en paternidad es Sergio, yo tan solo soy el coach del equipo.
Sin embargo, como ya te comenté en un artículo muy personal del momento en que mi vida cambio, tengo una hermana con disfuncionalidad.
Esto hace que cada mañana vaya a recógela y me encuentre con un berrinche más propio de un niño pequeño que de una persona adulta.
Ella también llora y grita porque no quiere ir al taller ocupacional. (Donde por cierto luego me consta que se lo pasa muy bien)
Si te soy sincero, ni mi madre ni yo todavía no hemos encontrado la solución a cómo solucionar estas rabietas. Por eso no voy a darte consejos porque sigo buscando un método para ayudar a mi hermana a tranquilizarse.
Lo que sí me gustaría es compartir contigo cómo manejar estos berrinches para poder vivir una vida más consciente.
Tal vez te no sepas que hacer cuando pasan estos episodios de crisis pero lo que siempre puedes decidir es tu forma de comportarte ante ellos.
Tienes 2 opciones:
- 1Quedarte todo el día en bucle recordándolo y de paso envenenándote.
- 2Cambiar tus pensamientos y emociones por otras que te hagan sentir bien
1. Trata los berrinches con amor
Poco a poco he sido más consciente de que mi hermana no es ese comportamiento y si se enfada es porque no es capaz de controlarlo. Por tanto de tenerlos presente y tratarla con amor.
Una vez se la llevan en el autobús, respiro hondo, recuerdo todo el amor que siento hacía ella y esto me hace comenzar mi día con ilusión.
Recuerdo también que ayudarle no es ninguna obligación, al contrario yo he elegido estar en ella porque quiero ayudarle. Este pensamiento me empodera y me llena de amor.
Después de todo, esto ya me lo enseñó mi hermana durante muchos años. Me ha dado siempre su amor incondicional, pasara lo que pasara. Lo único que estoy haciendo es devolviéndole parte de ese amor.
No quiero engañarte, no siempre logro estar en un estado de amor incondicional y hay muchas veces que yo también me enfado. Simplemente cada vez soy más consciente de que enfadarme no es la solución.
2. Practica el perdón
Estos episodios me permiten además practicar el perdón. Por mucho que pase perdonar es algo que te libera. De lo contrario estás siempre con una sensación de rabia y rencor.
Este mismo perdón hace que ponga cada día el contador a cero. Que no importe lo mal que se porte, al día siguiente mi comportamiento con ella será el mismo.
Sobre esto también aprendí mucho de mi hermana ya que hiciera lo que hiciera ella siempre me perdonaba y me trataba de la misma forma.
3. Agradece la situación
Una sensación que me ayuda mucho a sentir amor por mi hermana es sentirme agradecido.
Por encima de ver estas situaciones por las mañanas como un fastidio, creo que son una oportunidad única para cultivar el amor incondicional y demostrárselo. Tanto a ella como a mi madre.
También para controlar mis nervios y vivir en un estado de paz.
Este hecho también nos hace estar más a los 3 más unidos que nunca. Me está desmostrando que hay muchas personas a mi alrededor y otras que llegan a mi vida dispuestas a echarnos una mano.
Por tanto, no puedo estar más que agradecido por todas las enseñanzas que me está trayendo y por todo lo que estoy creciendo.
Además estoy agradecido porque vamos a encontrar una solución y entonces me sentiré orgulloso de todos.
Ejercicio de agradecimiento
Había escuchado este ejercicio durante mucho tiempo pero que justo ahora estoy aplicando y me está dando resultados increíbles.
Anotar cada las noches al menos 3 cosas por las que estás agradecid@.
Hazlo durante 1 mes y verás que también comienza a cambiar tu vida.
4. Sentir la paz en tu interior
Si hay algo en lo que me estoy centrando en esta nueva etapa de la vida es en buscar la paz interior en cualquier situación.
Lo que he descubierto es que esa paz se encuentra dentro de mí y que es una elección. Por muchas cosas que me pasen a mí alrededor yo siempre puedo elegir entre estar en paz o en un estado de nervios.
Te digo algo, tú también puedes hacerlo, solo tienes que proponértelo.
Sé que estás pensando que en tu caso es imposible. De nuevo, te repito, yo tampoco lo consigo siempre. Pero poco a poco soy más consciente de mis pensamientos, mis emociones y de mi forma de actuar ante ellos.
Como dice el libro Un Curso De Milagros “puedo elegir la paz en lugar de esto”
5. Vive el momento presente y disfruta tu felicidad
Ya que puedo elegir, una vez que llega la calma yo elijo seguir en mi estado de paz. No me quedo todo el día rememorando lo que ha pasado por la mañana.
Algo que me ayuda es pensar: “qué problema tengo ahora” y me doy cuenta que en este preciso instante no tengo ningún problema.
Tal vez dentro de unas horas, tal vez mañana pero ahora no hay nada que me impida ser feliz.
Esta técnica que parece de psicología barata a mí me hace sentir bien porque el siguiente pensamiento es: “Si no tengo problemas ¿Qué podría hacer ahora para vivir mis sueños?” y empieza a subirme por el estómago un cosquilleo que me impulsa venir a casa a trabajar en Pon Acción.
Estos son mis 5 consejos de cómo tratar los berrinches. Como te dije, ninguno va encaminado a cambiar a tus hijos. Pero si cambias tú, estoy seguro que el también mejorará su actitud.
Este ha sido un post muy personal. Habrás notado que he desnudado mi alma contigo. Lo he hecho para tratar de ayudarte pero también para ayudarme y conectarme conmigo mismo.
¡Adelante! No te cortes, déjanos algún comentario. Seguro que a ti también te ayuda y te hace sentir mejor.
¿Cómo te sientes cuando tu hij@ tiene una rabieta?
¿Cómo te gustaría actuar?
¿Qué técnicas de autocontrol utilizas?
Recuerda: ¡Comparte para ser feliz!
Deja una respuesta