“No tengo tiempo”
Nos hemos acostumbrado tanto a decirlo que ya lo tanto a decirlo que ya lo hacemos para todo.
La decimos cuando no queremos hacer algo, pero lo peligroso es que nos lo hemos llegado a creer y lo utilizamos también para no tomar acción y cumplir nuestros sueños.
Vivimos en una sociedad en la que parece que lo popular es no tener tiempo para nada. Correr de un sitio para otro, estar en todos los saraos, hacer muchas cosas, cuantas más mejor.
Y lo que ocurre que no reservamos el tiempo necesario para las cosas que de verdad son importantes que de verdad son importantes: los hijos, el amor, la salud y los sueños.
¡¡Cuidado!! Si te descubres varias veces al día diciendo “no tengo tiempo” puede que sufras este síndrome.
Lo peligroso es que cuando dices que no tienes tiempo en realidad estás diciendo que no tienes vida.
De lo que no tienes mucho tiempo es de cumplir tus sueños, si no lo haces ahora puede que mañana sea tarde.
Nunca mejor dicho: “no tienes tiempo que perder”, así que ponte manos a la obra para cambiar esta situación.
Empieza por mejorar tu relación con el tiempo
Para superar el síndrome de no tengo tiempo, lo primero que tienes que revisar es cuál es tu relación con el tiempo.
¿Qué piensas sobre él?
Si piensas que no tienes tiempo de nada. Seguramente te pases el día corriendo de un sitio para otro y estrado.
Si tu sensación es que te sobra, seguramente llegues tarde a todos sitios.
Dedica un rato a pensar que solo podemos vivir una vez. Tu tiempo en este planeta es limitado y no te puedes permitir desperdiciarlo que personas o actividades que no te aportan nada.

Un ejercicio que te va a ayudar mucho es escribirte una carta a ti mismo como si fueras el tiempo. ¿Qué le diría? ¿Cómo lo estás tratando?
Si te animas devuélvesela diciéndole cómo te hace sentir.
No es que no tengas tiempo, es que no tienes claras tus prioridades.
Sabes que tus hijos van a crecer y todo lo que no disfrutes hoy con ellos, mañana no lo vas a poder hacer.
También “parece” que tienes caras cuales son el resto de prioridades en tu vida.
Te propongo hacer un ejercicio muy sencillo.
Revisa tu agenda de la semana pasada. Si la mayor parte de tus actividades se han centrado en las cosas importantes en tu vida, es que estás en línea. Posiblemente te irás a la cama con una sensación de plenitud.
En caso de que no sea así, no es que no le des importancia a tus hijos o a tu salud, es que estás desenfocado. Seguro que te vas a la cama estresado por no llegar a todo.
Siento ponerme un poco melancólico, siempre pensamos lo mismo cuando salimos de un entierro. “Hay que vivir la vida a tope y darle importancia a lo quedad importa”.
La pena es que se nos olvida a la semana.
¿No tienes todavía claras cuáles son tus prioridades?
Piensa de aquí 10 año si lo que estás haciendo te parecerá relevante. Si no es así, es que no es una prioridad.
El primer paso para llegar a lo importante es tener claras tus prioridades.
Anota cuáles son tus valores y las cosas importantes en tu vida. Si lo piensas bien, no son pocas: la familia, el amor, la salud y poco más.
Tu felicidad ha de ser una de tus prioridades
Las madres y padres solemos tener la tendencia de sacrificar parte de nuestra vida por nuestros hijos. Esto es normal y te tienes que sentir bien por tener la capacidad de hacer este sacrificio.

Ten en cuenta que enseñamos más a nuestros hijos con nuestros actos que con nuestras palabras.
Si en estos momentos no eres feliz, lo que le estás transmitiendo a tu hij@ que la felicidad no es algo que merezca la pena.
Igual si no te dientes sano, si no te cuidas y no estás lleno de energía, difícilmente les vas a poder prestarles la atención que se merecen.
Y ahora viene un punto conflictivo.
Tus sueños.
Si estás renunciando a ellos, difícilmente ellos van a ver que pueden alcanzar los suyos.
Sin embargo si ven que sus padres son personas que se comprometen con vivir la vida que desean ellos aprenderán a hacerlo desde pequeñitos y lo verán como algo normal.
Por tanto, que tus sueños sean una de tus prioridades principales.
Planificando tus prioridades con la No Agenda
Vas a descubrir una herramienta fundamental para poder llegar a todas tus prioridades.
Ya te la explique en este artículo en el que te comentaba como dejar de procrastinar. Allí te resumí el concepto en detalle.
En este caso puedes utilizar el mismo formato, voy resumírtelo. En realidad aquí puedes utilizar el mismo concepto.
Se llama la No Agenda.
En realidad es una agenda al revés.
Todos los días tenemos multitud de cosas por hacer, la mayoría de las cuales no entran dentro de nuestras prioridades.
La forma habitual de preparar la agenda a principio de semana (espero que lo estés haciendo porque los beneficios son impresionantes) es anotar todas las cosas que vamos a hacer y si queda hueco anotamos las prioridades.
Vamos a hacerlo al revés.
Primero
Anota las cosas más importantes para ti que pertenezcan a tus prioridades. De esta forma siempre vas a tener un hueco para poder llevarlas a cabo.
Comprométete a cumplir estos compromisos contigo y con los tuyos. Estas citas tienen que ser inamovibles.
Segundo
Anota todas las citas, médicos, profesores, compromisos profesionales. Toma el hábito de hacerlo nada más que las sepas y habrás adelantado mucho trabajo
Por último
Comprobarás que te quedan muy poco huecos.
Pues bien esos son los momentos en que puedes hacer cosas que no son importantes para ti.
Como tienes menos tiempo, ya te pones las pilas para hacerlas en el menor tiempo posible.
Tu falta de tiempo en realidad es una falta de energía.
Juego de tronos tiene 8 temporadas (>80 horas), Stranger things 3 (>30 horas), Walking Dead 9 (>90 de horas)
Nos quejamos de no tener tiempo y muchos hemos visto algunas de estas series.
A muchos nos pasa con las series, pero también puede ocurrirte con muchas otras cosas, charlas que no van a ninguna parte, cafés interminables…etc.
Lo que te pasa no es que no tengas tiempo, es que no tienes energía.
Hay muchas cosas que te restan energía. Estar en un trabajo que odias es una de ellas.
Solo levantarte por la mañana y pensar que tienes que ir a trabajar ya te agota.
Llegas a casa después de todo el día discutiendo con unos y estresado. Lo más normal es que solo tengas ganas de tumbarte en el sofá y evadirte.
Piensa cuando haces algo que te entusiasma. No tienes esta necesidad de evadirte. ¡Estas on fire! Lleno de energía y entusiasmado durante todo el día.
Lo fabuloso es que contagias esa ilusión a todo el que está a tu alrededor. Tus hijos y tu pareja sobre todo.
Ahora lo tienes claro. Estar en un trabajo que no te motiva es una de las causas de que no tengas tiempo para el resto de prioridades. (Tu familia, tus hijos, tu salud)
Por tanto es prioritario que cambies esta situación y que sea una de las primeras prioridades porque te va a servir de palanca para mejorar el resto.
Tendrás mucho mejor humor y por tanto disfrutarás más de tus hijos, pasarás de ser un padre estresado a uno involucrado.
También mejorará tu salud, al reducir tus niveles de estrés y por tanto te apetecerá hacer más cosas.
Tendrás tiempo para hacer otras cosas. No sé si lo has comprobado pero cuando trabajas en algo que amas pones todo el empeño y lo haces mucho más rápido.
Espero que con esto elimines el “no tengo tiempo” y si no quieres hacer algo digas “no entra en mis prioridades”
Déjanos en los comentarios cuáles son las prioridades por las que vas a empezar a trabajar.
Hola equipo Ponaccion!
Guau, potentes frases para tomar conciencia y con ello acción.
En mi caso fue muy revelador darme cuenta de que «cuando utilizo el no tengo tiempo significa que no tengo vida» y me postergo.
O que procrastino porque «ya habrá tiempo para eso»
No agenda, me encanta. Geniales herramientas para organizar las prioridades y empezar por lo importante.
Gracias por compartir tanto valor
Hola Esther!!
Mil gracias por pasarte por aquí. Qué importante es que hayas tomado consciencia y vayas cambiando tu vocabulario. Con eso sólo seguro que ya has empezado a cambiar esa postergación.
Otro ejercicio que puede venirte bien es anotar durante un tiempo en que empleas tu tiempo. Yo por ejemplo casi me caigo para atrás el día que vi el tiempo que psaba pegado al móvil (Y no trabajando precisamente)
Un abrazo muy fuerta